Un día fue al bosque y el leñador se quejaba de su mala suerte, y Júpiter, cansado de esto y queriendo demostrar su justicia,decide parecérsele y le dice que le concederá tres deseos, sin importar lo que sea. El leñador, feliz como nadie, fue a su casa, y su esposa lo convenció de no usar ninguno de los deseos hasta el día siguiente,y mientras tanto meditaran lee pedirán consejo a la almohada para saber en qué usarlos. Alegres, deciden celebrarlo, pero mientras el leñador estaba sentado junto al fuego, deseó una morzilla. El deseo se cumple de inmediato, y su esposa, enojada porque ha desperdiciado el primer deseo, le grita y regaña por su idiotez. Enojado, dijo que ojalá la nariz de su mujer se volviese una morcilla. Deseo que se volvió realidad. Finalmente quedaba un solo deseo, y el hombre tuvo que decidir si usarlo para convertirse en rey o devolverle a su mujer su nariz original. Finalmente escoge esta última y pierde su último deseo, volviendo a la misma posición en la que estaba
BIOGRAFÍA[]
En este, al igual que en casi todos los cuentos de Perrault, se le da una sobrevalorada importancia a la belleza física,imponiendo por encima de la corona, la riqueza y la sabiduría.